Protege a tu perro del frío

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Ahora que empiezan las olas de frío debemos ser conscientes, y darnos cuenta, que nuestros perros pasan el mismo frío que nosotros. Si bien es cierto que hay determinadas razas que se adaptan fácilmente al duro invierno (husky, alaska malamute, chow chow) ya que cuentan con un pelaje espeso y mayor grasa corporal, hay otras que por sus características físicas, su escaso pelaje o su tamaño lo llevan peor (galgo, chihuahua, yorkshire).

Debemos tener en cuenta también la edad del animal ya que los cachorros, los perros mayores y los que sufren alguna enfermedad crónica son malos amigos del invierno.

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Miguel Ibañez, profesor de Etología de la Facultad de Veterinaria de la UCM, comenta que «los perros muy jóvenes, muy mayores o con enfermedades, sobre todo si son de tracto respiratorio, cuando hace mucho frío no deben estar mucho tiempo en la calle». Aconseja «proteger al perro con un abrigo específico y sacarle lo justo, porque no ocurre nada por estar un par de días sin hacer ejercicio».

En invierno es aconsejable evitar cortar el pelo a nuestro perro ya que es su fuente de calor. Para mantenerlo sano y en buenas condiciones debemos cepillarlo a diario, en especial en perros de pelo largo, ya que el pelo enmarañado y con nudos es menos eficiente para mantener a raya la nieve y la lluvia y no aísla igual de bien.

Sabemos lo importante que es la alimentación en nuestros peludos, pero en invierno todavía más. Los perros necesitan más energía y mayor aporte calórico para soportar el frío, por lo que una alimentación con alto contenido de ácidos grasos y omega-3 sería lo ideal.

Si vas a bañar a tu perro en invierno hazlo dentro de casa, sécalo bien y evita que salga al exterior si su pelaje aún está húmedo. En la medida de lo posible reduce estos baños para evitar un refriado o la tos canina.

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Soy de las que piensa que los perros son animales familiares que necesitan vivir en casa rodeados de personas y cariño, por lo que estoy totalmente en contra de tener al perro todo el día a la intemperie.

Aún así, en estos casos, debemos proporcionarle un refugio adecuado y aislado de las corrientes de aire e, incluso, aislar el interior. Es necesario revisar todos los días la caseta para asegurarnos de que está seca y no hay goteras. Y si la temporada de invierno se vuelve excesivamente fría o larga, debemos refugiar a nuestro perro dentro de casa.

 

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